Recuerdo la tarde como si fuera ayer. Alejandro, con esa actitud tan suya, irrumpió en la sala, interrumpiendo mi tranquila lectura y soltó la bomba: «Quiero entrar en el Ejército Español». Me quedé boquiabierto. ¿Mi hijo? ¿El mismo que se quejaba de hacer la cama cada mañana?
De alguna manera, lo veía venir, pero aún así, no pude evitar preguntarme: ¿Qué diablos estaba pensando?
De sofá a campo de batalla… bueno, casi
Antes de que pudiera procesar esa revelación, Alejandro ya estaba inmerso en el ajetreo de las pruebas de acceso.
Ahora bien, no hablamos de un simple test de elección múltiple.
¡Esto era como las Olimpiadas pero en modo hardcore! Corridas al amanecer, flexiones, todo el día con una aplicación de psicotécnicos… ¡Todo un circo!.
Creo que nunca lo había visto tan mentalizado con algo.
Había días en que lo veía tan agotado, que pensaba que tiraría la toalla.
Y es que entre sudores, callos y algún que otro libro que lanzaba frustrado al otro lado de la habitación, había momentos en que su determinación flaqueaba.
A veces, en medio de la noche, lo escuchaba murmurar algo sobre «¿Por qué me metí en esto?».
Por las circunstancias que fuese, no se le daba bien los psicotécnicos, y yo tampoco sabía como ayudarle.
Silencios, dudas y… ¿ese es mi hijo?
Las horas previas a los resultados de cada prueba eran una montaña rusa de emociones.
Yo intentaba fingir calma, preparando el café y comentando el tiempo, mientras por dentro pensaba: «Por favor, que todo este sacrificio valga la pena».
Pero cuando veía a Alejandro, con esa mezcla de esperanza y temor en sus ojos, solo quería abrazarlo y decirle que todo estaría bien, aunque no estaba del todo seguro de ello.
Retorno del hijo prodigio:
Un Alejandro reinventado Finalmente, el día que Alejandro volvió a casa, casi no lo reconocí.
No solo físicamente, con unos músculos más definidos y una postura erguida, sino su esencia misma parecía haberse transformado.
Sus ojos reflejaban una serenidad y seguridad que no había visto antes.
Y aunque todavía era mi Alejandro, había algo diferente, algo mejorado.
Nos contó historias del CEFOT 2, de las largas noches bajo las estrellas de San Fernando, de las bromas con sus compañeros, de los instructores que no solo le enseñaron tácticas, sino lecciones de vida.
Aunque hubo momentos difíciles, esos desafíos habían moldeado un carácter más fuerte y resolutivo.
Reflexiones de un padre sorprendido
Mirando hacia atrás, me doy cuenta de que la decisión de Alejandro de ir al CEFOT 2 en San Fernando no solo cambió su vida, sino también la mía.
Aprendí a confiar en las elecciones de mis hijos, a entender que cada uno tiene su propio camino y, a veces, esos caminos pueden sorprendernos.
La transformación de Alejandro es un testimonio del poder del desafío y la determinación. Y aunque al principio no lo entendía, ahora lo celebro con un corazón rebosante de orgullo.
¿Que hacer si mi hijo quiere ser militar?
Hay que admitir que inicialmente podéis sentir un poco de preocupación. Pero las ventajas que puede tener un militar son insuperables.
Sin embargo, si vuestro hijo quiere ser militar, lo primero es no preocuparse, ser militar es una profesión llena de valores y ventajas en España. Un sueldo fijo que aumenta con el tiempo, posibilidad de ascensos, conocer nuevos lugares, valores, compañerismo, disciplina, responsabilidad... es una excelente oportunidad para un futuro cada vez más incierto entre los jovenes españoles.
¿Y cómo es el proceso para acceder a Tropa y Marinería?
Te lo explicamos en el siguiente video:
¿Cómo convertirse en militar? Guía paso a paso para el 2024
Conviértete en parte del ejército siguiendo estas directrices para la convocatoria 2024.
1. Revisa si cumples con los requisitos:
Referente a la Resolución 452/38020/2023 del 17 de enero, de la Subsecretaría. Estos son los requerimientos necesarios para ingresar a los centros docentes militares en 2023. Recuerda revisar si se mantienen para 2024.
- Educación: Tener al menos el diploma de Educación Secundaria Obligatoria.
- Salud y aptitudes: Pasar evaluaciones de salud y aptitudes específicas.
- Antecedentes: No tener antecedentes penales.
- Altura: Hombres: entre 1,55 y 2,03 m. Mujeres: mínimo 1,50 m.
- Extranjeros: Tener tarjeta de residencia válida y certificaciones académicas validadas en España.
- Imagen: Tatuajes que no atenten contra valores constitucionales o la imagen militar.
- Otros aspectos: No haber sido sancionado disciplinariamente ni estar en servicio militar activo.
2. Preparativos para las pruebas de acceso:
2.1 Examen de Psicotécnicos:
- Estudia por tu cuenta con material de referencia.
- Usa plataformas/APP especializadas como PSICOTECNICOS DEL EJÉRCITO.
- Considera academias especializadas como CURSOS DE TROPA Y MARINERIA.
2.2 Pruebas Físicas:
- Familiarízate con las pruebas a través de PRUEBAS FISICAS DEL EJÉRCITO.
- Contempla la ayuda de un experto, como este PREPARADOR DE PRUEBAS FÍSICAS DEL EJÉRCITO.
2.3 Test de Personalidad:
- Considere sesiones de orientación con un PSICOLOGO MILITAR
3. Agenda tu cita para la Fase 1:
Una vez listo, espera la apertura del periodo de citas. Hazlo online aquí o por teléfono al 902 43 21 00
4. Ejecución de la Fase 1
4.1 Presenta los documentos requeridos.
4.2 Elige tus destinos de preferencia.
4.3 Realiza el examen psicotécnico
Ten en cuenta que la nota final de su hijo es el 70% de la nota del examen de psicotécnicos y el 30% de los puntos del baremo. Si quieres saber más sobre cuántos puntos de mérito tiene su hijo aspirante, consúltalo en BAREMO DEL EJÉRCITO
5. Espera la publicación de las Notas de Corte Provisionales
6. Fase 2
Tras superar las notas de corte, se procederá a:
6.1 Test de Personalidad.
6.2 Examen Médico. Detalles en EXCLUSIONES MEDICAS.
6.3 Pruebas Físicas
7. Observa las Notas de Corte Definitivas y verifica tu posición
8. Incorporación al Centro de Formación:
Si eres seleccionado, iniciarás el entrenamiento para tu destino final. Ten en mente que algunos aspirantes pueden abandonar, ofreciendo oportunidades a otros candidatos en lista.
¿Tiene ventajas el ser militar?
¿Ventajas? ¡Claro que sí! Vamos a ver, ser militar es como ganarse la lotería.
En primer lugar, ¡prepárate para recibir una formación que te va a hacer un superhéroe en todo!
Las Fuerzas Armadas son como el centro de aprendizaje intensivo para todo: tecnología, ciencia, liderazgo, ¡te vuelves un experto en todo sin despeinarte!
¿Capacitación continua? ¡Pero por supuesto! A ver, ¿quién quiere quedarse atrás en la competición laboral? ¡No tú, porque eres militar!
Y claro, ser militar no es solo un trabajo, ¡es una fiesta continua de experiencias emocionantes y alucinantes! Conocerás el mundo viajando y, ¡oh sí!, cumpliendo con tus deberes al mismo tiempo.
El trabajo en equipo y el compañerismo, ¡lo mejor! Vas a hacer amigos que comparten tus mismos valores y objetivos, ¡como si fueran clones tuyos!
¿Estabilidad laboral? ¿En serio? ¡Pfff, obvio! Ascensos y beneficios hasta por debajo de las piedras. Y que no se te olvide la atención médica, el alojamiento de lujo, ¡y hasta planes de jubilación! ¡Estás más seguro y cómodo que en casa!